Así narraba la entradilla de un artículo de finales de marzo de la página web www.3cat24.cat la situación en la que, debido a la crisis, se encontrarían en los próximos meses los centros de salud catalanes. Hasta la actualidad, el sistema sanitario catalán-al igual que el español-siempre ha sido uno de los mejor reconocidos. Hoy en día, más de siete millones de personas se benefician y la impresión general es que es bastante bueno.
Pero en las arcas de la Generalitat de Catalunya no hay suficiente dinero como para seguir manteniendo este nivel de prestaciones y, por tanto, se reducirá el gasto. Esto pasa por cerrar quirófanos por la tarde, cerrar plantas y camas-sobre todo durante los períodos de vacaciones-, la reducción de trabajadores eventuales ... Y esto implica listas de espera más largas en intervenciones quirúrgicas no urgentes, en pruebas diagnósticas y consultas a médicos especialistas. Todo ello, ha conseguido encender unos catalanes que, indignados con los recortes, reclaman que si hay que reducir el presupuesto, se haga en otros ámbitos.
A este hecho hay que añadirle que, según datos como las del Panel de Consumo Alimentario, las crisis causan cambios en las dietas que provocan problemas alimentarios como la obesidad. En México, por ejemplo, la crisis de 1996, hizo aumentar la mortalidad de niños y mayores de sesenta años. Una situación similar fue resultado de la crisis que un año después sufrió el sudeste asiático. En España, según un estudio publicado recientemente, una de cuatro personas dice que su estado de salud ha empeorado, habitualmente debido a la ansiedad, los nervios o el estrés. Un 44% de la población dice sufrir más.
Pero, realmente esta es la opinión que comparten la mayoría de los catalanes? ¿Qué impresión tenemos del sistema sanitario catalán? Y, si bien últimamente los telediarios abren con manifestaciones a favor del sistema sanitario catalán actual, realmente nos preocupamos habitualmente para nuestra salud? A partir de una treintena de preguntas, este trabajo pretende dar respuesta a las preguntas anteriores.
Resumiendo, la intención de este trabajo es descubrir qué grado de preocupación tenemos actualmente los catalanes para nuestra salud y cuál es el estado en que se percibe que encuentra el sistema sanitario catalán en la actualidad.
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